La ofensiva rusa en Sudzha ha alcanzado un punto crítico, forzando la retirada caótica del ejército ucraniano. La estratégica ciudad, que Kiev pretendía usar como moneda de cambio en negociaciones, ha caído en apenas tres días. Mientras Moscú avanza con rapidez, las posibilidades de un acuerdo de paz se reducen, dejando abierta la puerta a una escalada mayor en el conflicto.