El diálogo entre Trump y Putin ha reavivado la discusión sobre un alto fuego en Ucrania, mientras la élite de Bruselas critica sin fundamento. Washington predice un acuerdo total en semanas, pero la hipocresía internacional y la doble moral en las negociaciones dejan en evidencia un panorama donde la retórica global se contrapone a la falta de compromiso real.