"Privacidad financiera" es solo una ilusión. Desde 1970, la Ley de Secreto Bancario obliga a los bancos a reportar millones de transacciones al gobierno sin el conocimiento de sus clientes. Más de 75,000 informes diarios convierten a ciudadanos comunes en sospechosos sin justificación. Es hora de recuperar la verdadera privacidad financiera.